Ejercicio en enfermedades crónicas - Luis MartÃnez Riaza
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Ejercicio en enfermedades crónicas
Es bien conocido el papel que cada vez más tiene el ejercicio físico en el tratamiento de diferentes patologías crónicas como el sobrepeso, la obesidad, algunas cardiopatías, la hipertensión arterial ó la diabetes.
En todos estos casos es muy importante un reconocimiento médico-deportivo previo para pautar un ejercicio adecuado a cada patología y cada paciente. Aunque como digo, el ejercicio debe formar parte del tratamiento de estas patologías, también puede acarrear problemas que, en el peor de los casos, puede ser causa de la tan temida muerte súbita durante la práctica deportiva. No hay que olvidar que son pacientes con factores de riesgo cardiovascular y que en estos casos un ejercicio excesivo o mal pautado puede ser más perjudicial que beneficioso, mientras que un ejercicio adecuado nos ayudará a disminuir en muchas ocasiones el consumo de medicación.
En estos casos de personas diagnosticadas de una de estas patologías, con factores de riesgo cardiovascular, el ejercicio debe ser prescrito de manera individualizada después de realizar una prueba de esfuerzo en la que determinemos consumo máximo de oxígeno (VO2máx) y umbrales aeróbico y anaeróbico, así como otros parámetros de gran importancia como son la saturación de oxígeno en esfuerzo, el pulso de oxígeno, la ventilación-perfusión de gases respiratorios, el patrón ventilatorio en esfuerzo o la capacidad aeróbica muscular periférica.
En cuanto al tipo de ejercicio recomendado en estos pacientes, tradicionalmente se les han prescrito aeróbicos continuos a intensidad moderada (carrera continua, ciclismo y natación como más habituales), pero desde hace un tiempo está cobrando fuerza la prescripción de Ejercicio Intermitente de Alta Intensidad (HIIT, por su nomenclatura en lengua inglesa).
Recientemente, Wewege y colaboradores han publicado un estudio en la revista Obesity Reviews (Obes Rev 635–646, 2017), en el que comparan el efecto de ambos ejercicios para reducir la grasa corporal en obesos. Para ellos analizaron un total de 424 personas con sobrepeso u obesidad en un total de 13 estudios.
Los resultados informan que ambos tipos de ejercicio disminuyen de manera similar el porcentaje graso y la circunferencia de la cintura, aunque no disminuyan mucho el peso total. Es bien sabido que en el obeso el objetivo más importante debe ser disminuir la grasa y no tanto el peso total.
Una vez conocidos los hallazgos anteriores, debemos considerar los gustos y características de cada individuo para prescribir un tipo u otro de ejercicio. El HIIT tiene el beneficio de necesitar menos tiempo de entrenamiento para aportar los mismos beneficios, aunque resulta algo más dificultoso para personas no habituadas a la práctica del ejercicio físico con anterioridad.
Especialista en Medicina Deportiva. Quirónsalud Hospital Albacete.
Miembro de la Comisión Médica de la Real Federación Española de Fútbol.
Responsable Médico de las Selecciones Nacionales de Fútbol Sala Absoluta y Sub-21.